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Riesgo laboral...¿De otro mundo?


El día de ayer (2 de noviembre de 2012) se celebró en varios países de América Latina (incluyendo El Salvador) el día de los fieles difuntos, en donde se conmemora a quienes se nos han adelantado en el viaje a la eternidad, durante dicha celebración (que es un día de asueto nacional), las personas acuden a los cementerios a  enflorar o decorar las tumbas de sus familiares y amigos. 

Por cuestiones laborales, ayer asistí a una capacitación programada para toda la mañana, durante la misma ocurrieron una serie de coincidencias que normalmente hubiesen pasado desapercibidas pero que, por haber sucedido durante el día de los difuntos, adquirieron un significado mortal (en más de un sentido). 

Luces


Cuando había transcurrido una hora de iniciada la capacitación tuvimos nuestro primer incidente: Un bajón de corriente que hizo que las luces se apagaran y se volvieran a encender y que también provocó que se apagara el proyector que estábamos utilizando, mientras el expositor encendía nuevamente el aparato, surgieron comentarios entre una posible relación entre el bajón de corriente y un posible espíritu travieso que estuviese haciéndonos una broma por estar trabajando durante "su día", no obstante, retomamos rápidamente el hilo del tema y nos olvidamos de todo el asunto.

Pizarra inteligente


Poco después, nuestro instructor estaba explicando un tema utilizando una pizarra como la de la figura, al terminar se dio la vuelta para contestar una pregunta, cuando se soltó uno de los seguros que estaba sujetando la pizarra provocando que la misma se deslizara hacia abajo (como si una persona invisible hubiese querido cambiar la altura de la misma), lo cual generó más dudas entre los presentes, incluido nuestro expositor, quien comenzó a bromear diciendo que algo así nunca le había pasado en todos sus años de experiencia como capacitador.

Interruptor "descompuesto"


Como apoyo audiovisual, nuestro instructor estaba proyectando una presentación en la pared cuando el proyector (el cual nunca había fallado anteriormente) se apago, el fallo probablemente se debía al bajón de corriente descrito anteriormente, nuestro instructor procedió a encenderlo y a continuar con la capacitación, ahora bien, esta situación, no tendría mayor relevancia de no ser por el hecho que se repitió al menos dos veces más antes que finalizara la mañana (como si alguien estuviese apagando el proyector "a propósito").

¡Silencio!


Casi al final de la jornada, el aire acondicionado estaba haciendo bastante ruido, cuando de repente, durante un momento en que todos los presentes estábamos cayados, se apago, dejándonos en un silencio total y en ese mismo momento la perilla de la puerta empezó a girar lenta y pesadamente, no hace falta decir que nos pusimos pálidos ante posibilidad que nuestro travieso fantasma finalmente había decidido presentarse ante nosotros, pero al ver que quien entro era un miembro del grupo las risas fueron incontenibles, especialmente al comentarle al recién llegado la razón por la cual nos encontró en un silencio total y con caras de espanto.

Interrogante final

Debido a la serie de coincidencias ocurridas durante la capacitación del día de ayer, me surge una gran interrogante y es que para la mayoría de riesgos laborales existen los seguros médicos pero ante riesgos que parecen venir de otro mundo, ¿A quien podremos llamar?


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