Este poema quiero dedicar
a mi amor
el mar
mi pareja ideal,
todos buscan con afán
a su media mitad,
a su media mitad,
al amor de sus vidas
por calles y carreteras,
por veredas y caminos
yo lo encontré
no en la tierra
sino en el mar,
desde mi niñez
mi amor
descubrí
bañándome en sus aguas,
jugando en su orilla,
haciendo castillos de arena,
encontrando caracoles,
viendo pasar las gaviotas,
jugando a ser capitán
de los barcos en lontananza
visitando lejanos destinos;
ahora, como adulto,
todo esta claro
mejor amante
no ha existido jamás
si tengo frío
me presta como abrigo
el calor del sol,
si lo que busco es
frescura
en su seno me recibe
como madre a su hijo
en sus aguas
renace mi ser,
si mi piel extraña
una caricia
con fina ternura
de brisa marina
recorre cada centímetro
de mi cuerpo
oxigenando mi alma,
si la vorágine
de la ciudad
me ha dejado
sin deseo de hablar
podemos vernos
y sin decir palabra
me abraza
y cuida de mí
y lo dejo arruyarme
hasta quedarme dormido
con su hermosa voz
coro de mil sirenas
que hipnotizaron
a Ulises en su viaje,
mientras tenga vida
quiero estar a su lado
y perderme en sus ojos
de color azul cielo
mientras me dice al oído
mi amor.
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