Salvadoreños,
donde quiera
que estén
en su casa,
en el tráfico,
en su trabajo,
en la zona oriental,
central u occidental,
en el norte o en el sur,
hermanos lejanos,
familiares, amigos
vecinos, conocidos
amas de casa,
estudiantes, profesionales
vendedores ambulantes
encargados de tienda
grandes y pequeños
empresarios
empleados y asalariados
a todos les pido
de su tiempo
un minuto
hagamos una pausa
en nuestro diario vivir
solo un minuto
nada más
un minuto para honrar
la memoria
de todos aquellos que
este día salieron de su hogar
por última vez
pues a él no volverán,
en su lugar,
serán llevados
a un sitio clandestino
donde sus miembros
serán cortados
arrancados de raíz
por la delincuencia
verdugo inmisericorde
que a punta de robos,
homicidios, extorsiones
e intimidación
ha logrado ser clase social
ya reconocida
con derechos,
con privilegios
y protegida
en todas las instancias
oficiales,
un minuto de silencio
por las madres que
no verán más a sus hijos,
por los hijos que
crecerán sin sus madres,
por los hermanos
que perderán una parte de si,
por los matrimonios
que serán destruidos,
un minuto
para ayudarles
a buscar los restos
cortados y embolsados
de sus sueños e ilusiones,
que este minuto de silencio
sea roto solamente
para denunciar,
para decir
a una sola voz
basta ya
a la delincuencia,
a la impunidad,
no más robos,
no más rentas,
no más muertes,
rompecabezas humanos
ni uno más
queremos vivir
como hermanos,
y en libertad.
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