El día de ayer viernes los empleados de la mayoría de empresas recibieron su pequeña retribución económica por su esfuerzo y sacrificio en pro del bienestar de las compañías para las que trabajan (entiéndase, salario), el método estándar que la mayoría de estas empresas sigue para pagar el salario a sus empleados es a través de depósito directo a su cuenta de ahorro, para verificar que el depósito ha sido efectuado (y/o para retirar el dinero) las personas suelen utilizar los cajeros automáticos, los cuales están ubicados en los centros comerciales, gasolineras, sucursales bancarias, etc, al utilizar los cajeros las personas (y los bancos) se evitan de tener que pasar por las colas eternas que se suelen hacer en los bancos, además ya no dependen del horario de atención de dichas instituciones.
Sin embargo, todo lo bueno tiene un precio y es que lo único que los cajeros automáticos no pueden hacer es prevenir algunas situaciones que pueden llevar a que un usuario pase por un mal momento, como por ejemplo, el día de ayer a un conocido le paso que cuando fue a retirar su salario el cajero tuvo un problema de comunicación con el sistema del banco, por lo que aunque al final no logró retirar su dinero, en el cajero quedó registrado como que si lo había hecho, así, cuando regreso un par de horas después a intentarlo de nuevo se llevó la sorpresa de su vida cuando el cajero mostró en pantalla que su cuenta ya no tenía fondos, como la situación ocurrió en el cajero que esta al interior de la empresa donde trabaja se fue directo al área de recursos humanos a pedir ayuda con la situación, quienes le dijeron que habían dos posibles explicaciones para lo que había sucedido, la primera era que debido a un mal funcionamiento del cajero hubiese registrado que entregó el dinero cuando no lo hizo y la segunda era que él, antes de retirarse, olvidó cerrar su sesión en el cajero por lo que la siguiente persona en cola (que habían varias) tuvo la oportunidad de vaciar su cuenta, como él estaba seguro que había cerrado su sesión se llegó a la conclusión que había sido error del cajero por lo que fue al banco y esta es hora que aún no tiene respuesta.
Lo importante de esta historia es que al momento de utilizar un cajero tenemos que ser consientes sobre los peligros que corremos, ya que además de lo que le pasó a mi conocido también esta la delincuencia que (especialmente en los días de pago) se dedican a merodear los cajeros para asaltar a quienes acaban de retirar su salario o para llevarlos por los cajeros de toda la ciudad hasta que vacían sus cuentas (lo que se conoce como secuestro express), por eso quisiera aprovechar la oportunidad para hacerles algunas recomendaciones:
1- En la medida de lo posible hay que evitar ir al cajero en los días de pago y si nos vemos en la necesidad de hacerlo hay que tratar de ir acompañados.
2- Antes de utilizar el cajero hay que observar a nuestro alrededor para verificar que no haya nadie sospechoso y al haberlo hay que buscar un guardia para notificarlo.
3- Hay que evitar a toda costa los cajeros ubicados en gasolineras, farmacias o que no cuenta con una adecuada seguridad, especialmente de noche, porque son los preferidos por los ladrones.
4-La mayoría (si no es que todos) los bancos cuentan con un programa de seguros antirobos/clonaciones de tarjetas de crédito y débito en los que si un ladrón vacía la cuenta o hace compras ilegales el banco se compromete a devolver el dinero a la victima, lo único es que estos programas deben ser solicitados por el titular de la cuenta y tienen un valor mensual entre $3 y $5.
Finalmente, pero no menos importante, hay que recordar que lo más importante es cuidar la clave de nuestra tarjeta ya que es la que abre las puertas a todo nuestro dinero, en ese sentido, cualquier precaución es mínima en nuestro mundo actual en donde abundan lo hackers, claro que algunos pueden llegar un poco lejos en este aspecto.